dijous, 4 de juliol del 2013

DERECHO A DECIDIR



La expresión DERECHO A DECIDIR me chirría. La escucho en muchas bocas (favorables y contrarias) que tienen los dientes podridos de caries demagógicas y no puedo evitar que me invada la desconfianza (será la edad) ¿Me quieren dejar decidir sobre la independencia de un estado los que no me dejan decidir qué candidato me gusta más de sus listas cerradas? ¿No me quieren dejar decidir los que ponen cemento a su mano y al mango de la sartén?
La libertad tiene como peana insustituible la capacidad de decidir (en lo político, en lo económico y en lo deportivo). Y lo que acompaña a ese derecho sagrado es la obligación de asumir las consecuencias de las decisiones. Precisamente esta obligación es la que a mí me hace ir con pies de plomo cuando escucho a los chalanes desde sus púlpitos venderme un futuro esplendoroso si decido abrazar su bandera (con una o cuatro barras, ya ves que tontería).
La independencia de Catalunya a mí no me chirría pese a que yo no soy independentista. Lo que me chirría son los argumentos y los movimientos de favorables y detractores. 
Uno está ya muy granadito para comulgar con ruedas de molino. Uno ha estudiado historia universal y sabe qué se esconde en el sótano de todos los nacionalismos y de todas las independencias de uno a otro confín de la Tierra. Los procesos de independencia se dirimen generalmente por la fuerza (económica y militar) y el papel de las élites (burguesía es una palabra ahora demodé) es fundamental. Unas gotitas de Revolución Francesa con su puntito de manipulación del pueblo (pobres) nos iría fantásticamente para entender a qué ritmo se agitan las banderas y qué manos zarandean los mástiles. Y para darnos cuenta que detrás de muchos procesos megarevolucionarios (una declaración de independencia en pleno siglo XXI lo es) hay unos intereses que nada tienen que ver con las tradiciones, la cultura y la lengua propias, que solo son el disfraz ocasional de trileros habituales.

Los favorables a la independencia de Catalunya organizaron un Concierto para la Libertad el pasado 30 de junio. Cada uno DECIDE su religión, sus ritos y su puesta en escena. Yo no estuve pero no tengo nada que objetar a los que asistieron ilusionados. Es su FE y se la respeto. Mi problema vino al contemplar las imágenes en los informativos del día siguiente. En la Llotja del Camp Nou bailaban divertidos los políticos que actualmente rigen el destino de Catalunya, fotografiaban desde su posición preponderante, con sus iphones de última generación, el impactante espectáculo de esas 90.000 almas clamando independencia. Sentí un pinchazo en los testículos cuando vi a la consellera d’Enseyament Irene Rigau jaleando el mítico Al vent de Raimon mientras en la platea movían las banderas más de uno y más de cien interinos que el año que viene no darán clase en los institutos catalanes. Y no me atenúa el dolor de mis partes pudendas que me vendan en rueda de prensa que es el tributo que tenemos que pagar para atravesar el desierto hasta llegar a la tierra prometida del Estado propio. A los mentirosos mediocres se les pilla a la vuelta de la esquina. Al día siguiente saltaba a los medios de de comunicación la noticia de que la bailarina Rigau contrataba a un asesor sin experiencia en el mundo educativo por la módica cantidad de 50.000 euros anuales ( y a mí me guindan la mitad de la extra) que casualmente es el presidente de las Juventudes Nacionalista de Girona. 

¿No podemos YA empezar a decidir ? 

2 comentaris:

  1. Decidamos que no merece la pena ni escucharlos, decidamos pasar de ellos y decidamos no seguir más su juego...decidamos no acudir a conciertos para la foto de turno, decidamos no votar...¿Qué ocurriría si las urnas aparecieran vacías después de ejercer nuestro derecho a "no votar" ?
    Siento vergüenza cuando pienso en lo tontos e ignorantes que nos creen...¡¡Mal tema!!! Perdona la expresión pero "me repatean".
    Un besote

    ResponElimina
    Respostes
    1. Nos es que nos crean tontos e ignorantes... ¡es que lo somos! Es que tienen demasiado margen para hacer sus canalladas.

      Elimina