dilluns, 15 de juliol del 2013

ENJUNDIA (1): De uno mismo



Les recomiendo aprovechar las últimas horas de una tarde veraniega. Su luz y su brisa. La reflexión profunda que se vincula al sentimiento necesita un escenario apropiado para fructificar. Piérdanse en los vericuetos del ensimismamiento.


Hay que apreciarse mucho para ser capaz de mostrar insatisfacción con lo que ya somos.

Si quieren una pauta, una clave de sol que marque el ritmo de sus investigaciones, el precioso texto de Ángel Gabilondo que da título a este post: De uno mismo. El brillo de las perlas nos ayuda a transitar por una realidad muy enmarañada.

No deja de ser atractivo que, en cualquier caso, cuando damos con nosotros mismos no todo parece ya definido y acabado.

El agotamiento al que nos conduce la pérdida del timón nos presenta a nosotros mismos como seres finitos, inexorables, previsibles. Yo soy así. Una sombra cicatera nos quiere escatimar la capacidad de transformarnos, de construir. Pero, ¿por qué perdimos el timón?

Se requiere entonces algún detenimiento, un habitar, alguna pausa, un demorarse en la vorágine inquietante de lo que nos resulta tan decisivo como para ocupar toda nuestra existencia en la urgencia del miedo y de la prisa, en el fulgor de la precipitación.

El activismo desordenado al que nos empuja nuestra cotidianidad silencia nuestro miedo a encontrarnos con nosotros mismos. Todo pasa a la condición de urgente para esquivar la cita más trascendente.

Hay en ello un cierto aire insurrecto. El de no limitarnos a quienes ya somos. Para eso se requiere capacidad de sorpresa a fin de saberse desbordado por lo que cabe sentir y pensar.

Gabilondo nos empuja a interrumpirnos, a romper el discurso monolítico que se genera en el exterior para no dejarnos escucharnos. Apuesta por fijar una agenda del alma que ponga en sintonía nuestra esencia con el mundo y sus pobladores.
Aprovechen ese momento en que el sol deja de fatigarnos con su calor insoportable (la metáfora perfecta de la vorágine) para llegar a la intemperie, desprenderse y empaparse de lo significativo.

1 comentari:

  1. Dios! Mi vida por una unifamiliar! Qué vendido al diablo de la clase media que estoy hecho!!

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