Impresionante. Descomunal exhibición de capacidad
de convocatoria. La revolución de la alegría. Ha llegado la hora. Tic tac tic
tac. Miles de ciudadanos, herederos del 15M, votantes de otras opciones, riadas
de personas llegadas de todos los lugares del país. Han pagado los viajes de
sus bolsillos. Hacía mucho tiempo que las calles no se inundaban la ilusión. El
cambio es posible, cada cierto tiempo. Será posible gracias a vosotros, los que
movéis el culo y pedís dignidad. Nos tienen que escuchar, es el clamor del
pueblo.
Al día siguiente…
Ha sido un modelo de empresario, nos ha mostrado
una entereza ejemplar. Luchador incansable, siempre buscando hacerlo mejor. Ha
generado riqueza para Catalunya y para España. Amigo de sus amigos. Le da su
adiós el mundo empresarial, el mundo de la política, el mundo de la cultura, el
mundo de los medios de comunicación. Todo el mundo. Todos se pagan el viaje de
su bolsillo para estar en el último adiós del prohombre influyente. Todos
muestran una consternación profunda. Personas así no deberían morir nunca.
Dos preguntas:
a) ¿qué cantidad de poder concentraron el sábado
en la puerta del Sol los 150.000 ciudadanos que se manifestaron al socaire del
silbato de Podemos? Votos, fondos de las cajas de resistencia, armas y capacidad intimidatoria, influencia en los poderes fácticos, volumen de consumo...
b) ¿Qué cantidad de poder se concentró el domingo
en el tanatorio de Sant Gervasi de Barcelona para dar el último adiós al
ejemplar Lara? Minutos de calentar la cabeza a los ciudadanos, billetes para comprar voluntades, ejércitos profesionales y paramilitares, legisladores que legislen lo que quieren que legislen...
Otra interrogación. ¿Cuál era el grado de concentración de
intereses en ambas convocatorias? No se dejen llevar por las
ilusiones ópticas. Posiblemente la dispersión que concentra Podemos ejerce una
fuerza centrífuga que evita el peligro. Posiblemente la concentración de
voracidad de beneficios que amalgamó la figura de José Manuel Lara para
mantener el sistema (de la transición) asegura estrategias más potentes e útiles.
La desigualdad tiene estas cosas, millones de
milésimas no contrarrestan decenas de miles de millón. Millones de ilusiones
particulares no pueden mantener la mirada a unos pocos intereses sólidamente
construidos.
Tampoco pasó inadvertido para la antigüedad el hecho de que los tiranos
se elevan al poder gracias a la ayuda de los pobres o pueblo llano y que
su mantenimiento en el poder depende del deseo que tenga el pueblo de
lograr la igualdad de condiciones (Hanna Arendt)
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