Qué asco me produce ver a MI (enfatizo, aunque no
lo elegí me representa y debe velar por MIS (vuelvo a enfatizar y no me
cansaré) INTERESES y por los de MI (de momento, aunque tengo serias sospechas
en este posesivo porque creo que ya no nos pertenece a los españoles y está en
venta)) PAÍS), MINISTRO DE EXTERIORES, el ínclito
Luis de Guindos, intentando someter al
Jabato ministro griego (no es mío pero me gustaría que defendiera así mis intereses y los de mi país)Yanis Varoufakis. Ahí lo tenemos pavoneándose moralmente de formar
parte de esa mayoría que siempre cumple con sus compromisos firmados. Como si
los indocumentados ciudadanos españoles no supiésemos de donde proviene el
muchacho. Las deudas que dejó Lehman Brothers (él fue responsable de la zona ibérica) creo que no las pagó nadie,
¿entonces? ¿a qué viene tanta altanería?
Ayer explicaba con su habitual tono de sobrado una batallita de mili. Cuando llegó a Europa le dijeron que tenía cinco
minutos para explicar la situación de España y sus soluciones, lejos de
bregarse hasta la extenuación como Varoufakis a nuestro Marca España le cortaron el rollo a media exposición con una palmadita en la espalda que significaba pasa para
adentro, y cumple las órdenes que te demos. ¿Qué más pruebas necesitamos? Este
ministro cargado de ínfulas de nuevo rico (así nos creemos frente a los
griegos) se jacta de desatender los intereses de los ciudadanos españoles para
besar la suela de los zapatos de los tripones del Norte de Europa. Y tan tranquilo.
Las ganas de vomitar me las ha calmado el chute de
sinceridad del ministro de Economía alemán (no pongo el nombre porque no quiero
ni acordarme) que ha compadecido al pueblo griego por elegir un gobierno tan
irresponsable. Hay que ser un irresponsable para no doblegarse a la voluntad de
la mayoría pese a las presiones (que ya empezaron en las anteriores elecciones)
de los dueños del cotarro económico europeo. Los españoles sí que somos
afortunados, hemos elegido a un lacayo de postín para que nos exija esfuerzos
para llenar las arcas de los todopoderosos bancos alemanes.
Se llama usura, no pongamos paños calientes. Es
intentar cobrar una deuda al 20% cuando si se aplica la comprar masiva del BCE
podría hacerse sin demasiado esfuerzo al 2%. Una actitud ruin de los mandamases
económicos de la Unión Europea con Grecia para que sirva de ejmplo por si a los siguientes irresponsables
(Podemos) se les ocurriera elegir la deriva helena. No quieren admitir la dación
en pago porque podría ser el principio del fin del negocio. Cual filibusteros
que defienden los intereses de esos que se califican con el santo nombre de
Mercados se lanzan a estrangular al pueblo griego sin piedad. Suerte que
nosotros tenemos un ministro de Economía y un presidente lacayos que ya se
encargan ellos de clavar sus tijeras en nuestro buche sin necesidad de ultimátums extranjeros.
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